Miembro destacado: Rodrigo Hernández Mirajes

"Era una mujer peligrosa".

Esa fue la impresión que Rodrigo Hernández Mirajes tuvo de Ayn Rand en la universidad. "Era como si estuviera en una lista de libros prohibidos", recuerda. Los profesores también tachaban a Adam Smith de loco, viejo y blanco.

En cambio, sus profesores le empujaron hacia Karl Marx (junto con Theodor Adorno, Erich Fromm y otros), llevándole naturalmente a creer que el gobierno era la mejor solución a los problemas de la sociedad.  

Pero fue la escuela de la vida real -y el cierre de dos empresas de éxito debido a la onerosa regulación y los elevados impuestos- lo que le hizo replantearse su anterior postura favorable a la intervención gubernamental.

"Tener que cerrar mis negocios por culpa de los impuestos y las normativas me ayudó a darme cuenta de que el gobierno no era tan bueno como yo pensaba", afirma. "El gobierno me lo puso muy difícil para competir y me dio muchos quebraderos de cabeza". 

Después de cerrar un bar y una cervecería, Rodrigo empezó a dar clases de economía en CETYS Universidad, en Mexicali. 

La población estudiantil de la escuela era en gran medida apática, y la escuela tenía pocas oportunidades para que los estudiantes crearan una comunidad. Rodrigo estaba decidido a cambiar esa situación. Quería ayudar a los estudiantes a formar clubes, a encontrar intereses comunes y a aprender unos de otros fuera del aula.

Se puso en contacto con empresas y organizaciones; recorrió Internet en busca de oportunidades para sus alumnos. Fue entonces cuando se topó con la Sociedad Bastiat. No sabía nada de Bastiat, pero eso no le detuvo. Leyó y leyó más, inspirado pero también frustrado por estar conociendo al economista: "¿Quién me ha robado todos estos años? ¿Quién me lo ha ocultado durante 15 años? Cuando lo leí, ya lo había vivido". Luego leyó a Ludwig von Mises, Adam Smith y F. A. Hayek; "me estaba convirtiendo en un economista austriaco y libertario".

Desde entonces es director gerente del primer capítulo mexicano de la Bastiat Society, una organización patrocinada por el American Institute for Economic Research (AIER ) que proporciona una plataforma para que académicos y líderes políticos colaboren con líderes de la comunidad empresarial regional.

A lo largo de su investigación, algo más llamó su atención: La Sociedad Atlas. Encontró vídeos, mesas redondas y memes en las redes sociales. Y empezó a sentir curiosidad por Ayn Rand. "Durante mucho tiempo, había un ejemplar de El manantial en la habitación de mi hermana. Pero no lo cogí hasta el año pasado".

Como tantos otros, cuando Rodrigo hojeó las páginas, algo hizo clic. El mundo empezó a tener sentido. Pronto devoró todo lo que pudo encontrar: vídeos de Draw My Life, conferencias del Dr. Stephen Hicks, investigador principal de la Sociedad Atlas, y del Dr. David Kelley, fundador de la Sociedad Atlas, entrevistas archivadas con la propia Ayn Rand y mesas redondas con Jennifer Grossman, directora general de la Sociedad Atlas.

En la actualidad, también es director del Centro de Investigación en Economía del Noroeste en CETYS Universidad en Mexicali, donde imparte un par de clases cada año. Los estudiantes de Rodrigo han aprendido sobre Ayn Rand, en parte gracias a su asociación con The Atlas Society. En agosto de 2020, participó en un episodio de The Atlas Society Asks, donde la CEO Jennifer Grossman lo entrevistó ¡en español! El evento obtuvo más de 10.000 visitas en Facebook.

Rodrigo no ha hecho más que empezar. Está en proceso de traer dos capítulos más de la Sociedad Bastiat a México, y está traduciendo la Guía de Bolsillo del Objetivismo de la Sociedad Atlas al español para satisfacer la demanda del creciente público hispanohablante de la Sociedad Atlas.

Y, por supuesto, está facilitando a sus alumnos el acceso a las ideas y los pensadores que sus profesores le negaron cuando estaba en la universidad.

Las relaciones que ha desarrollado le han dado una nueva perspectiva de las relaciones internacionales y de las conexiones entre la filosofía y los retos a los que se enfrentan sus compatriotas. Al crecer en Mexicali, a menos de diez millas de la frontera entre México y Estados Unidos, fue testigo de primera mano de las dificultades derivadas de unas relaciones internacionales tensas.

"Tenemos que acabar con el estilo anticapitalista y antiinmigrante en nuestra política y entre nosotros", concluye. 

México necesita ahora más que nunca volver a abrazar el individualismo, la superación y el libre mercado, afirma Rodrigo. Y a través de su asociación con The Atlas Society, está ayudando a difundir esos valores.