Vivir una vida extraordinaria | Semblanza de Lauren Zander

El momento más importante de su vida estaba a punto de llegar, y a Katie Torpey ni siquiera le importaba. Era un sábado por la noche en Los Ángeles, y Katie y su marido tenían planes para cenar con unos amigos. Katie, guionista galardonada, estaba a punto de dar el campanazo en las grandes pantallas cuando su película, El hombre perfecto, protagonizada por Hillary Duff y Chris Noth, se estrenara en los cines de todo Estados Unidos. Katie había trabajado para este momento durante décadas, trabajando de camarera en la escuela de cine, vendiendo guiones que no llegaban a ningún sitio salvo a los cubos de basura.

Iba a ser su momento. Ni siquiera podía pensar en ello.

La pelea con su marido había empezado por la tarde. Fue una pelea tonta, algo sobre el titular de una revista, pero estalló en una pelea a gritos y acabó con Katie cayendo al suelo del salón entre fragmentos de cristales rotos.

Unos días después, le dijo a su marido que se iba a Correos y se marchó para siempre. "Ese fue el comienzo de mi viaje", dice.

Katie pesaba 265 libras, tenía el pelo rubio blanquecino, la piel desteñida y no tenía confianza en sí misma. No caminaba, sino que andaba a duras penas con su 1,65 m de estatura. Se mudó a Palo Alto con su hermana e intentó reagruparse. Siguió la dieta Atkins y perdió unos 18 kilos, pero se topó con un muro y empezó a recuperar peso. Habló con una amiga de Nueva York, que le recomendó a Lauren Zander, una coach de vida.

Tras unos cuantos intercambios de correos electrónicos, Katie y Lauren hablaron por teléfono. "Quiero cambiar mi vida", le dijo Katie a Lauren. "Quiero ser feliz y estar delgada".

Lauren le dijo a Katie que sus objetivos eran alcanzables y que sí, que la ayudaría a transformar su vida.

LAUREN ZANDER TIENE UN CUERPO PEQUEÑO, ojos almendrados y una nariz estrecha que se dobla ligeramente hacia arriba en el extremo. Siempre tiene los labios curvados en una delicada sonrisa, aunque de vez en cuando suelta algún improperio. "Me encanta mi vida", dice con voz entrecortada. Entonces, sus ojos color café se entrecierran y empieza a compartir su pasión por el "misterio brillante" de la vida de las personas, por ayudar a los individuos a ir más allá de la repetición de sus historias negativas y por llevarles a descubrir y demostrarse a sí mismos que pueden ser los autores de una nueva historia vital.

"Una vez que asumes la responsabilidad te vuelves poderoso y tomas el control de la situación".

Lauren es la presidenta y cofundadora de The Handel Group, su empresa privada de coaching que impulsa a las personas a superar traumas del pasado, afrontar la verdad, elegir asumir la plena responsabilidad de sus decisiones y trabajar para convertir sus vidas en algo que les guste. Su empresa trabaja ahora con organizaciones como The New York Times Company, Condé Nast y Vogue. Zander también imparte una popular clase en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) llamada "Diseña tu vida". En los últimos 10 años, ha formado a 16 coaches en el uso del Método Handel, el tipo de coaching personalizado de Lauren. El método desafía y empuja a los clientes a asumir la plena responsabilidad de sus vidas y de todas las decisiones que toman. La memorable frase de Lauren lo resume todo: "¡Quizá seas tú!". A diferencia de los terapeutas, que pueden ofrecerte un oído comprensivo cuando dices que has tenido un mal día y has hecho trampas en tu dieta, o que pueden animarte a pensar en ti mismo como una víctima lamentable, Lauren y sus entrenadores te harán responsable. Si has hecho algo mal, espera pagar con una consecuencia que tu entrenador y tú acordéis.

Con su enfoque práctico de la vida, Lauren y su empresa han asesorado a más de 2.500 clientes.

"PUEDO PENSAR EN UNO de mis primeros clientes", dice Lauren, mientras corta un filete Angus ensangrentado en Jubilee, un diminuto restaurante francés de la calle 54 Este de Nueva York. "Cuando tenía 17 años tuvo un accidente de coche en el que murió su mejor amigo, que iba con él. Apenas pudo volver a su ciudad natal y nunca habló con los padres de su amigo. Vivía avergonzado. ¿Qué hizo eso por su vida? Nunca había tenido novia. Tenía 27 años. Era banquero, financieramente muy exitoso, pero miserable por debajo de todo. Yo le dije: 'Bueno, ¿crees que eso puede estar jodiéndote?' Entonces decidió volver y enfrentarse a los padres de su amigo; [y descubrió que] nunca se enfadaron con él".

Lleva desafiando el pensamiento de la gente y ayudándoles a arreglar sus vidas desde que tiene uso de razón. La anécdota favorita de su madre es la de Lauren, de 7 años, explicando al vecino de al lado que el racismo está mal. La vecina había hecho un comentario sobre el ama de llaves de Lauren, que era negra. Lauren recuerda que miró a la niña y le dijo: "¿No te das cuenta de que tu madre podría haber sido negra? ¿Qué te hace pensar que eres tan blanca?".

DURANTE SU PRIMER AÑO de universidad, Lauren empezó a pensar en lo que la diferenciaría de los demás entrenadores de vida. Estudiaba en la Universidad de Denver y quería entrar en una universidad mejor, así que le pidió a su hermano que la ayudara a sacar sobresalientes. Se hizo promesas a sí misma e hizo todo lo que su hermano le dijo que hiciera. Durante cinco noches a la semana, tenía que hacer dos horas de deberes. Si no los hacía, no podía salir con sus amigos.

"Me cambió la vida", dice. Sacó sobresalientes y se trasladó a la Universidad George Washington.

Lauren dice que creció con el concepto de "quitar", un sistema de promesas y consecuencias. Por ejemplo, si no hacía los deberes, le quitaban la tele. "Se trata de entender cómo funciona el ser humano. A la gente le resulta más fácil cumplir las promesas a los demás que las que se hace a sí misma.

Tras graduarse en la universidad, Lauren consiguió un trabajo en Landmark Education, una empresa global "comprometida con el principio fundamental de que las personas tienen la posibilidad de alcanzar el éxito, la plenitud y la grandeza", según el sitio web. Lauren estaba a cargo de un programa de voluntariado. Naturalmente, empezó a asesorar a sus propios voluntarios sobre cómo alcanzar sus objetivos personales, como perder peso, equilibrar un presupuesto o encontrar el amor. Les ayudaba a motivarse. "Lo hacía en silencio, pero sin darme cuenta de que estaba inventando algo propio", dice. A los pocos años de empezar a trabajar, avisó con un año de antelación porque tenía muchos voluntarios. Cuando su sustituta se fijó en el trabajo que hacía Lauren, le dijo a Landmark que el trabajo era más duro de lo que ponía en la descripción. Lauren tenía su equipo de 100 voluntarios y había estado inventando su propio curso sobre cómo ayudarles en su vida personal. Cuando su jefe se dio cuenta, Landmark le dijo a Lauren que tenía que dejar de entrenar a los voluntarios porque era "poco ortodoxo".  

Lauren tenía 28 años. Cuando lo dejó, tres voluntarios se convirtieron inmediatamente en clientes. En seis meses, tenía 40 clientes.

Acababa de empezar.

DURANTE LOS SIGUIENTES SIETE AÑOS, Lauren entrenó a clientes. El primer año ni siquiera tenía tarjeta de visita. Tenía a alguien que le llevaba la contabilidad y gestionaba las facturas, pero aparte de eso, estaba sola. Cuando ella y su hermana fundaron The Handel Group en 2004, dice que ni siquiera estaba segura de querer crear una empresa. "Todavía no sabía lo que era", dice.

"Tu vida siempre empieza ahora mismo".

Había contratado a tres personas y les había enseñado a ser un entrenador de vida eficaz y a aplicar con éxito los métodos de Lauren. Su primera aprendiz fue una amiga llamada Mel Robbins, abogada defensora criminalista. Ahora, Robbins es una locutora de radio sindicada y se llama a sí misma "America's Life Coach". Su primer libro, Stop Saying You're Fine, llegó a las librerías en mayo.

Zander sabía que tenía algo entre manos. Empezó a formar a más gente para ser coach. Fijaban su propio horario, trabajaban desde casa y ganaban dinero. Lauren pide a todos sus alumnos que lean la novela de Ayn Rand El manantial. Lauren es fan de Rand, y le encanta señalar que comparten el mismo cumpleaños, el 2 de febrero. Hace años, cuando leyó el libro por primera vez, empezó a pensar profundamente en cómo las creencias y premisas que tienen los individuos afectan al resultado de sus vidas, en todo, desde el éxito empresarial hasta la felicidad personal. Pide a todos sus nuevos entrenadores que expliquen en qué se parecen ahora (o se parecían en el pasado) a los protagonistas. "Me encantó que cada personaje tuviera una versión tan extrema de humanidad", dice. "Roark no mentiría por nadie. Creo que sus ideales sobre lo que ama y ser fiel a sí mismo son profundos. Es el máximo logro del Método Handel". (Ver: Comprender a los personajes principales de El manantial )

La empresa siguió creciendo. Su hermana empezó a asesorar a empresas como AOL y Citibank. Lauren sabía que quería más. Hace unos años, Lauren conoció a David Mindell, profesor del MIT de historia de la ingeniería y de aeronáutica y astronáutica. Sabía que un número importante de los estudiantes a los que daba clase sufrían depresión e infelicidad y pensó que podía deberse a que nadie les había enseñado a enfrentarse a los aspectos sociales de la vida, cuenta Lauren. Ella le preguntó: "Si te demuestro que mi enfoque funciona y que supondrá una gran diferencia para tus alumnos, ¿me dejarás dar una clase aquí?". Entrenó a un David escéptico.

A los seis meses de entrenarle, le había convencido para que le dejara enseñar. Era el año 2006. Incluyeron el curso "Vivir una vida extraordinaria" en el catálogo y se apuntaron unos 30 alumnos (una de ellos era Samantha Sutton, ahora coach de The Handel Group). El primer día del curso, Lauren presentó a los alumnos su táctica de no decir tonterías. Una vez dijo a una sala llena de estudiantes del MIT: "Espero que hagáis los deberes. Os echaré si no lo hacéis".  

Les llevó de forma eficaz a descubrir, analizar y hablar de sus verdaderas creencias y les animó a convertirse plenamente en "el autor" de sus propias vidas. Les explica que la mejor manera de asumir la autoría de su vida es aceptar la responsabilidad de los errores y las elecciones. "La teoría que te recomiendo que aceptes es que tú has creado tu vida actual", les dice. Para estos estudiantes, asumir la plena responsabilidad de sus elecciones puede representar un gran cambio.

"El enfoque estructurado y basado en reglas en realidad resuena muy bien con los estudiantes del MIT", dice David. "Los estudiantes son MIT son muy prácticos y les gusta la estructura ... este curso es realmente acerca de eso". Y continúa: "Si el MIT llegara a ser conocido como un lugar donde se educa a las personas como seres humanos plenos y para toda su vida, sería una contribución extraordinaria, tanto para el MIT como para el mundo de la educación en general. . . otros lugares le seguirían".

Ahora asisten estudiantes de Amherst y Harvard, y ha pasado de ser un curso intensivo de una semana en primavera a una clase de verano en toda regla llamada "Diseña tu vida". Lauren ha sugerido cambios de imagen (hizo que un estudiante tirara sus gafas de pasta y se pusiera a mirar revistas de moda para encontrar unas nuevas), ha ayudado a los estudiantes a perder peso y a encontrar trabajos significativos.

En agosto de 2007, Lauren conoció a otra mujer cuya vida estaba a punto de ayudar a cambiar radicalmente. Se trataba de Katie Torpey.

LAUREN AYUDÓ A KATIE a cumplir sus promesas llevándola a crear y participar en un sistema de rendición de cuentas. Tenía que ceñirse a su dieta de proteínas, fruta y verdura. No podía comer arroz ni pasta. Tenía que hacer ejercicio cinco veces por semana y cardio. Si hacía trampas en la dieta, tenía que levantarse a las 6 de la mañana y sacar a pasear al perro. "Con consecuencias, siempre es algo bueno", dice Katie. "A mi perro le encantaba. Todas las mañanas me lamía la cara".

Perdió 22 kilos en ocho meses y medio. Dejó de beber. Su ex marido admitió que era gay y que se enamoró de un hombre después de que ella le dejara. Pero, después de entrenar con Lauren,

Katie (a la derecha) también admitió que nunca había querido a su marido. "Fuimos a lo básico", dice Katie. "Empecé a responsabilizarme de todos los líos de mi vida. En realidad, el día de mi boda me derretí. No quería ir al altar. Engordé en vez de ocuparme de las cosas. Pero una vez que asumes la responsabilidad, te vuelves poderosa y tomas el control de la situación".

Lauren también llevó a Katie a enfrentarse de forma proactiva a cualquier "recuerdo inquietante" o fallo moral. Katie llamó a las personas a las que había mentido o herido a lo largo de los años. Cuando tenía 6 años, un chico del barrio abusó sexualmente de ella. Lo encontró y habló con él. "Una vez que me enfrenté a ello y lo olvidé, me invadió una felicidad loca", dice. "No mentía a nadie, no ocultaba nada. Fue tan liberador".

Con el tiempo, Katie alcanzó su peso ideal de 133 libras. Ahora pesa la mitad que antes. Es delgada -una talla 4- y su pérdida de peso revela unos pómulos esculpidos y unos ojos verdes claros. Su pelo, antes decolorado, es ahora rubio miel y le rodea la cara con ondas. Su carrera está mejor que nunca. Una de sus películas, "una mezcla de Wall Street y Goodfellas", se rodará a finales de otoño. Coescribió y dirigió la película de suspense La verdad sobre Kerry, estrenada este año. Está en conversaciones con una cadena interesada en contar con ella para una serie de dibujos animados. Ha escrito un libro sobre su viaje con Lauren y está en conversaciones con varios agentes editoriales.

"Es interesante porque realmente necesitaba hacer el viaje que hice para convertirme en mejor persona, mejor escritora y saber lo que realmente quiero hacer con mi vida", dice. "Trabajar con Lauren lo cambió todo".

DESPUÉS DE ENFRENTARSECON ÉXITO al campo educativo, Lauren decidió poner en marcha un programa de radio y otro de televisión. "Soy una chica con visión", le gusta decir. Su programa especial Celebrity Life Coach de Biography Channel se estrenó en diciembre de 2010 y emparejó a Zander con la fogosa actriz Sean Young, protagonista de Blade Runner y Sin salida. (Los espectadores vieron cómo Young volvía a pasar de una postura de víctima excusada a la de triunfador proactivo).

Ahora, el papel de Lauren en la empresa ha pasado del coaching al lanzamiento de nuevas divisiones en las que se enseña su método: televisión, radio, el aula, en línea. Su objetivo es que sus filosofías se enseñen en universidades de todo el mundo. También quiere escribir un libro. Para evitar vivir una vida bifurcada, insiste en que la gente debe afrontar con eficacia los problemas personales que impiden el crecimiento y la felicidad personal. "[La gente] lidia con la depresión, toma medicación, nunca habla con su padre, con su tercera esposa, pero dirige una empresa increíble".

Lauren admite que tampoco es perfecta. Durante años luchó contra una adicción al tabaco. Tenía sobrepeso y era infiel crónica. Pero decidió cambiar. Se hizo promesas que sabía que podría cumplir, dejó de fumar, mantuvo su peso, resolvió los problemas con su padre y encontró al amor de su vida. "Soy mi alumna original", dice. "Soy la mocosa original, soy la gallina original". Ahora, si rompe una promesa que se ha hecho a sí misma, tendrá que afrontar las consecuencias que ella misma se ha impuesto. Si no tiene relaciones sexuales con su marido al menos dos veces por semana, no podrá ver la televisión durante una semana. Su marido también tiene promesas y consecuencias. "Vivimos en ello", dice. "Todo el método se basa en conocerse a uno mismo", dice, y eso incluye cultivar la integridad personal, comprometerse con el crecimiento personal y responsabilizarse de abordar y solucionar los propios problemas.

Como descubrí cuando participé en un taller de dos días del Handel Group en Nueva York, hace falta mucho valor para hacer los deberes, escribir tus sueños, hacer promesas y cumplirlas. Es duro. Me di cuenta de que había mantenido alejada a mi familia porque sentía que no les caería bien si supieran los errores que había cometido en mi adolescencia. Después del taller, decidí escribir una carta sincera a mis padres, y ahora estamos más unidos que nunca.

No a todo el mundo le gusta el método directo de Lauren, por eso tiene tantos entrenadores con estilos diferentes. Pero, cuando una persona de la familia se arriesga e intenta vivir una vida extraordinaria y se compromete a hacer el trabajo, suele convertirse en la voz del cambio en la familia. "Alguien tiene que estar al mando para cambiar", dice.

"Mi objetivo final es que la gente cambie de vida", afirma. "Siento un profundo amor por lo que la vida debe ser y realmente no creo que la gente se ocupe de lo que la vida debe ser, que es el estudio de uno mismo y la creación de uno mismo... eres lo que quieras ser".

Katie ha mantenido su peso durante más de tres años. Ha creado un blog sobre su viaje de pérdida de peso. En él cuenta cómo afrontó su vida desde todos los ángulos y da consejos a otras personas que quieren perder algunos kilos. "Cualquiera puede cambiar su vida en cualquier momento", escribió Katie. "Tu vida siempre empieza ahora mismo".

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