El golpe militar en Egipto es un golpe a los totalitarios islamistas y una bofetada a su facilitador, Barack Obama.
Tras las manifestaciones masivas que llevaron a la destitución del hombre fuerte egipcio Hosni Mubarak en 2011, Egipto inició un proceso para establecer una nueva Constitución y un gobierno electo. El problema era que la facción más fuerte eran los Hermanos Musulmanes, islamistas que no querían llevar a Egipto hacia un futuro libre y modernista, sino, más bien, arrastrarlo de vuelta a un pasado represivo y primitivo.
En 2009, con cientos de miles de iraníes en las calles exigiendo la destitución de sus déspotas islamistas, Obama se negó a alzar la voz por su libertad.
En unas disputadas elecciones, el candidato de la Hermandad Mohamed Morsi fue elegido presidente y se adoptó una nueva Constitución favorable a los islamistas. Pero un proceso democrático no es un fin en sí mismo. Es más bien un mecanismo para proteger la libertad de las personas. George W. Bush anunció tontamente la democracia fuera de su contexto adecuado. La victoria electoral de 2006 de los matones de Hamás en Gaza y el régimen asesino y represivo que establecieron deberían haber dejado claro este punto.
Sin embargo, durante la revolución de 2011 en Egipto, Obama no articuló esos principios. No debería haber sido una sorpresa. Después de todo, en 2009, con cientos de miles de iraníes en las calles exigiendo el derrocamiento de sus déspotas islamistas, Obama se negó a alzar la voz por su libertad.
Por el contrario, Ronald Reagan y Margaret Thatcher fueron claros y contundentes en su apoyo a los millones de personas que sufrían bajo el comunismo, un mensaje que dio esperanza e inspiración a quienes en el bloque soviético luchaban contra la represión.
Obama siguió a su cobardía moral sobre Irán con el apoyo a Morsi. Es el mismo Morsi que en 2012 asintió con la boca cuando el líder religioso local Futouh Abd Al-Nabi Mansour rezó "Oh Alá... concédenos la victoria sobre los infieles. Oh Alá, destruye a los judíos y a sus partidarios. Oh Alá, dispérsalos, hazlos pedazos". Los sentimientos antisemitas de Morsi no impidieron que Obama accediera a dar a los islamistas armas avanzadas con las que pudieran masacrar a su propio pueblo o a sus vecinos.
Así que, aunque los principales medios de comunicación estadounidenses han ignorado la historia, no es de extrañar que los manifestantes egipcios que han estado en las calles exigiendo la destitución de Morsi y la Hermandad Musulmana también desprecien a Obama. He aquí una muestra de sus carteles de protesta:
"Obama: Tu perra es nuestra dictadora". "Despierta América: Obama respalda un régimen fascista egipcio". "Obama imbécil. Los Hermanos Musulmanes (sic) están matando egipcios". La embajadora de Obama en Egipto también ha sido blanco de las protestas: "Ann Paterson: Tú y tu país iros al infierno. Mentirosos. ¡¡Mierda!!"
Aunque Estados Unidos debería ser como mínimo circunspecto a la hora de implicarse militarmente en Oriente Próximo, sus líderes deberían sin duda articular los principios de la libertad individual. Tal vez sea porque Obama no cree en estos principios por lo que permanece en silencio.
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Hudgins es director de defensa de The Atlas Society.
Para más información:
*William R Thomas, " Egypt's Democracy Activists Get What They Wished For. "30 de mayo de 2012.
*Edward Hudgins, " Israel contra el contrabando moral palestino. "3 de junio de 2010.
*Edward Hudgins, " Iran and Obama's Hollow Moral Core. "25 de junio de 2009.
*D Moskovitz, " ¿Cuál es el punto de vista objetivista sobre la democracia? "
Edward Hudgins es director de investigación del Heartland Institute y ex director de promoción y académico de The Atlas Society.
Edward Hudgins, ex-diretor de advocacia e acadêmico sênior da The Atlas Society, agora é presidente da Human Achievement Alliance e pode ser contatado em ehudgins@humanachievementalliance.org.