Ocho datos sobre la madre de Ayn Rand

Para bien o para mal -y normalmente para bien-, las madres son las personas que más influyen en nuestros primeros años de vida. Anna Rosenbaum ejerció una influencia desigual sobre su famosa hija Ayn Rand. Ayn nació como Alissa Rosenbaum en San Petersburgo, Rusia, en 1905, en el seno de una familia judía de clase media. La Revolución Comunista de 1917 destruyó el futuro y la fortuna de la familia. Afortunadamente, la joven Ayn pudo escapar y llegar a Estados Unidos, dejando atrás una dictadura represiva y una cultura colectivista que oprimía el individualismo.

¿Qué sabemos de la madre que Ayn dejó atrás?

1) Anna Rosenbaum ha sido descrita como una mujer elegante y guapa. Le encantaba organizar fiestas y cenas para las élites de clase media, a menudo con entretenimiento musical.

2) Pero Anna era una trepadora social, excesivamente preocupada por el estatus y las opiniones de los demás.

3) Ana tenía una personalidad dominante y era la que movía los hilos en la familia.

4) Anna instaría a Ayn a intentar llevarse bien con los demás por el mero hecho de llevarse bien, aunque eso significara que Ayn tuviera que fingir, algo que Ayn nunca solía hacer.

5) Anna tenía inclinaciones religiosas, en agudo contraste con el alma secular que Ayn tuvo desde sus primeros días.

6) Anna no se interesó mucho por la política hasta que los comunistas tomaron el poder en Rusia, lo que hizo que los males del poder político desenfrenado fueran imposibles de ignorar.

7) Pero Anna escribió a Ayn, que entonces vivía en América, que cada individuo "es arquitecto de su propia fortuna" así como "artífice de su propia felicidad". Anna expresó su deseo de visitar la tierra prometida a la que su hija había huido.

8) Al parecer, Ayn modeló algunos de sus personajes negativos a partir de su madre. En Nosotros, los vivos, por ejemplo, la madre de la heroína, Kira, tenía un parecido inconfundible con Anna en su peor momento.

Barbara Branden cita a Ayn Rand diciendo de su madre: "Me caía bastante mal. Realmente no nos llevábamos bien. Ella era mi opuesto exacto, y así lo pensé en la infancia y ahora".

Ayn fue capaz de rechazar las características negativas de su madre, Anna. Pero cuando Ayn pasó hambre espiritual en la Rusia soviética, pidió a su madre que hiciera todo lo posible por sacarla del país y llevarla a Estados Unidos. Su madre se lanzó a la empresa, sin duda sospechando que tal vez nunca volvería a ver a su hija.

Así que al menos podemos dar las gracias a Anna por salvar a su hija de una muerte probable en un infierno totalitario y por dar al mundo a Ayn Rand.

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