Una serie de escenas de la primera parte ilustran la visión de Ayn Rand sobre la unidad de mente y cuerpo, lo espiritual y lo material, tanto en el trabajo como en el amor. Este tema queda ilustrado por el contraste entre las dos mujeres de la vida de Hank Rearden: Dagny Taggart, su compañera de negocios que se convierte en su amante, y su esposa Lillian.