Nací bajo la bandera de la República Popular China, un país que sigue bajo el dominio absoluto del Partido Comunista Chino hasta el día de hoy. Tengo muy pocos recuerdos de mi infancia en la China continental, salvo una visita a la Ciudad Prohibida, una breve parada turística cuando mi familia viajó al consulado estadounidense en Pekín para solicitar un visado.