InicioHomenaje a Ayn Rand: Contribución al concepto de AristótelesEducaciónUniversidad Atlas
No se han encontrado artículos.
Homenaje a Ayn Rand: Contribución al concepto de Aristóteles

Homenaje a Ayn Rand: Contribución al concepto de Aristóteles

2 minutos
|
20 de agosto de 2010

Diciembre de 2004 -- Ayn Rand reconoció a Aristóteles como el único filósofo con el que estaba en deuda, el padre de la lógica que definió "los principios básicos de una visión racional de la existencia y de la conciencia del hombre". Rand estaba de acuerdo con Aristóteles en que la vida del hombre debe guiarse por la razón y que el propósito de la vida del hombre es la felicidad. Estaba de acuerdo en que la felicidad dependía de condiciones objetivas externas más que de una disposición subjetiva interna.

La definición de Rand de la felicidad como "alegría no contradictoria", la alegría de alcanzar los propios valores siguiendo la razón, se corresponde con la definición de Aristóteles de la felicidad (o eudæmonia en griego antiguo): "La vida según la razón es la mejor y la más agradable, ya que la razón más que cualquier otra cosa es el hombre. Por tanto, esta vida es también la más feliz".

No obstante, Ayn Rand aportó dos importantes manifestaciones de felicidad a la concepción aristotélica de la eudæmonia: el trabajo productivo y el amor romántico. Mientras que Aristóteles defendía la consecución del conocimiento como un fin en sí mismo, y el razonamiento filosófico como la actividad más noble posible para el hombre, Ayn Rand defendía la aplicación del conocimiento a la ciencia, la tecnología y los negocios como la meta de la adquisición del conocimiento, con la actividad productiva como la actividad más noble posible para el hombre. Según Aristóteles, "la actividad de la sabiduría filosófica es ciertamente la más placentera de las actividades virtuosas", lo que significa que "el filósofo será más feliz que ningún otro". Ayn Rand pudo desprenderse del vestigio platónico de la visión aristotélica del conocimiento porque fue testigo de los logros de la Revolución Industrial y observó que un motor innovador representaba "el poder de una mente incomparable plasmado en una red de alambres". Rand identificó la fuente espiritual de la producción material, elevando la industria y la tecnología a un ideal moral.

En segundo lugar después del trabajo productivo entre las manifestaciones de la felicidad, según Rand, está el amor romántico, la "respuesta del hombre a sus propios valores más elevados en la persona de otro -una respuesta integrada de mente y cuerpo, de amor y deseo sexual". El amor romántico está ausente en la discusión de Aristóteles sobre la eudæmonia, dejando la amistad como la forma más elevada de felicidad interpersonal, posible entre "hombres que son buenos y semejantes en virtud". La razón puede atribuirse también al contexto histórico de Aristóteles. En la antigua Grecia, las mujeres no recibían educación y no podían proporcionar el tipo de compañía intelectual que constituía la base de la amistad. Rand no sólo fue testigo de la emancipación de la mujer, legal y psicológicamente, sino que ella misma fue un ejemplo de esta emancipación: una mujer de intelecto sobresaliente. Rand identificó la igualdad intelectual de hombres y mujeres, que hizo posible la felicidad interpersonal entre los sexos. Además, defendió el papel del sexo como complemento del amor, describiendo el amor como "la pasión profunda, exaltada y para toda la vida que une [la propia] mente y el cuerpo en el acto sexual".

Al añadir la producción material y el amor romántico como ingredientes de la felicidad, Rand ancló el concepto aristotélico de eudæmonia en el mundo físico, uniendo mente y cuerpo y despojándose de los vestigios platónicos de Aristóteles.

Michelle Fram Cohen, natural de Israel, vive en Estados Unidos desde 1981. Tiene un máster en Literatura Comparada y trabaja como programadora informática, traductora y escritora autónoma. Sus escritos se han publicado en Navigator, Journal of Ayn Rand Studies y Full Context.

Este artículo apareció originalmente en el número de diciembre de 2004 de la revista Navigator, precursora de The New Individualist.

Michelle Fram-Cohen
About the author:
Michelle Fram-Cohen
Geschichte der Philosophie
Ayn Rands Ideen und Einfluss