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Guía de estudio de Fundamentos: Filosofía Política

Guía de estudio de Fundamentos: Filosofía Política

10 minutos
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3 de mayo de 2010


Fred Miller es catedrático de Filosofía y director ejecutivo del Centro de Filosofía y Política Social de la Bowling Green State University.

La Filosofía Política o política, es la rama de la filosofía que investiga los principios de un sistema social adecuado. En general, estudia la naturaleza de las comunidades humanas, con el fin de evaluar sus objetivos y modos de cooperación. En particular, se ocupa del gobierno o del Estado, es decir, de la institución que posee el poder exclusivo de hacer cumplir las normas de conducta en una zona geográfica determinada.

Las cuestiones centrales de la filosofía política pueden dividirse en las cinco áreas siguientes:

-¿Cuál es la relación entre el individuo y la sociedad?

-¿Puede justificarse la existencia del gobierno o del Estado?

-¿Qué principios abstractos deben guiar el funcionamiento del gobierno, en cuanto a sus objetivos y los límites de su autoridad?

-¿Qué tipo de constitución, instituciones políticas y sistema jurídico debe tener un gobierno determinado?

-¿Qué políticas públicas prácticas deben aplicarse a ámbitos específicos como la policía, la defensa y las relaciones internacionales, la economía, las finanzas públicas y el bienestar?

El objetivismo sostiene que la política debe basarse en otras tres disciplinas filosóficas más fundamentales: la metafísica (el estudio de la existencia y la relación del hombre con la realidad), la epistemología (el estudio del conocimiento) y la ética (el estudio del código de valores para guiar las elecciones y acciones del hombre). La política objetivista difiere de otras teorías pasadas y presentes.

Todavía no existe una exposición exhaustiva de la filosofía política objetivista, aunque sus características principales pueden deducirse de los escritos de Ayn Rand, tales como Atlas encogido La virtud del egoísmo y Capitalismo: El ideal desconocido. Objectivism de Leonard Peikoff : The Philosophy of Ayn Rand, cap. 10-11 de Leonard Peikoff y Philosophical Thought of Ayn Rand, Part III de Douglas Den Uyl y Douglas Rasmussen ofrecen una visión general de su obra, pero aún queda mucho por hacer.

Para comprender los temas de la filosofía política y apreciar la importancia de la posición Objetivista, es necesario tener algún conocimiento de la historia de la teoría política. En consecuencia, esta guía de estudio ofrecerá un breve repaso de pensadores y tratados influyentes del pasado. Además, sugerirá lecturas que aborden los principales problemas enumerados anteriormente, incluidos aquellos que presentan la alternativa objetivista.

HISTORIA

La filosofía política, como la filosofía en general, tiene su origen en la antigua Grecia. De hecho, la palabra "política" deriva del griego polis, o ciudad-estado. Los sofistas del siglo V a.C. cuestionaron la legitimidad de la polis con sus leyes e instituciones, y Sócrates (c. 470-399), Platón (c. 427-c. 347) y Aristóteles (384-322) respondieron con argumentos filosóficos. Las teorías políticas de Platón y Aristóteles estaban inextricablemente conectadas con sus sistemas filosóficos, Platón apelando a su doctrina de las Formas y Aristóteles a una teoría de naturalismo biológico.

Los estoicos y San Agustín (354-430 d.C.) en la Antigüedad tardía, así como los escolásticos -sobre todo Tomás de Aquino (1225-74)- en la Edad Media, trataron de justificar la autoridad política basándola en la creencia en Dios y en las leyes naturales instituidas por Dios.

Con el auge de la ciencia moderna y el Estado laico, tras el declive de las instituciones sociales y religiosas medievales, se pusieron en tela de juicio los argumentos tradicionales de la autoridad política. En el Renacimiento, Nicolás Maquiavelo (1469-1527) rechazó la religión y la filosofía clásica, basándose en ejemplos históricos para ofrecer consejos prácticos a los gobernantes. La era moderna, entre los siglos XVII y XIX, fue testigo de una serie de intentos de ofrecer una explicación moral defendible del Estado y sus fines.

En Inglaterra, Thomas Hobbes (1588-1679) y John Locke (1632- 1704) buscaron la base del Estado en un "contrato social" entre individuos que poseían "derechos naturales" en un "estado de naturaleza" previo. Hobbes sostenía que los hombres debían celebrar un contrato social y renunciar a sus libertades naturales en favor de un soberano absoluto, mientras que Locke concluía que el Estado político debía tener poderes limitados y los ciudadanos conservar el derecho a la revolución. Tanto Hobbes como Locke fueron criticados por conservadores escépticos como David Hume (1711-76) y Edmund Burke (1729-97), que veían en la tradición la única base para el gobierno y la ley. Pensadores británicos posteriores como Jeremy Bentham (1748-1832) y John Stuart Mill (1806-73) invocaron el principio utilitarista de "la mayor felicidad para el mayor número" y abogaron por reformas políticas que tendían a ser cada vez más democráticas, igualitarias y asistencialistas.

Mientras tanto, en la Europa continental se produjo una constante deriva hacia el altruismo y el estatismo en las teorías de Jean Jacques Rousseau (1712-78), Immanuel Kant (1724- 1804), G. W. F. Hegel (1770-1831) y Karl Marx (1818-83). Tanto Hegel como Marx veían los fenómenos políticos como el resultado inevitable de procesos históricos, y consideraban que los colectivos tenían mayor realidad y valor que sus miembros individuales.

Resistiéndose a la tendencia colectivista general, Herbert Spencer (1820-1903) defendió el capitalismo frente al socialismo apelando a una teoría evolucionista de la historia. Además, varios anarquistas criticaron al Estado como institución intrínsecamente opresora y abogaron por su abolición. Entre ellos se encontraban libertarios como William Godwin (1756-1836) y Lysander Spooner (1808-87), e izquierdistas como Pierre Joseph Proudhon (1809-65), Mikhail Bakunin (1814-76) y Pëtr Kropotkin (1842-1921).

Durante la mayor parte del siglo XX, la filosofía política fue descuidada debido al auge del positivismo lógico y del análisis lingüístico, que se mostraban escépticos acerca de la capacidad de la razón para aprehender verdades morales objetivas de cualquier tipo. Sin embargo, a principios de los años setenta dos filósofos inauguraron un renacimiento de la teorización política empleando técnicas de la filosofía analítica para defender teorías políticas opuestas: John Rawls, una forma neokantiana de liberalismo del bienestar, y Robert Nozick, una versión neolockeana del libertarismo.

La literatura de filosofía política es muy amplia. A continuación se citan algunas de las obras más influyentes:

  • Platón, Crito, República, Estadista y Leyes
  • Aristóteles, Política
  • Agustín, La Ciudad de Dios
  • Tomás de Aquino, Summa Theologiae I-II, Cuestiones 90-97
  • Nicolás Maquiavelo, El Príncipe
  • Thomas Hobbes, Leviatán
  • John Locke, Dos tratados de gobierno
  • John Stuart Mill, Sobre la libertad y el utilitarismo
  • Jean-Jacques Rousseau, Discursos primero y segundo y El contrato social
  • G. W. F. Hegel, Filosofía del derecho
  • Karl Marx (con Friedrich Engels), El Manifiesto Comunista
  • Herbert Spencer, El hombre frente al Estado
  • Lysander Spooner, Sin traición
  • John Rawls, Teoría de la justicia
  • Robert Nozick, Anarquía, Estado y Utopía

Cambridge University Press publica muchas obras anteriores en una serie llamada "Cambridge Texts in the History of Political Thought". Una historia exhaustiva en un solo volumen es G. H. Sabine, A History of Political Theory.

INDIVIDUO Y SOCIEDAD

La cuestión fundamental de la filosofía política se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El objetivismo sostiene que el individuo es anterior a la sociedad, porque la mente pertenece al individuo como tal, y los actos de pensamiento deben ser realizados por individuos. Aunque los hombres aprenden de sus predecesores y son interdependientes de diversas formas, deben ejercer sus capacidades racionales como individuos. Esta posición, conocida como individualismo, se opone al colectivismo, que trata a la sociedad como si fuera un superorganismo que existe por encima de sus miembros individuales, y que toma a la colectividad en alguna de sus formas (por ejemplo, tribu, raza o estado) como unidad primaria de realidad y norma de valor. Para el Objetivismo, en cambio, los principios morales de la política son una extensión del código ético del interés propio racional. Dado que no existen conflictos de intereses racionales entre los individuos, la sociedad adecuada es aquella en la que los individuos cooperan para obtener ventajas mutuas, intercambiando valor por valor.

Ayn Rand explora la cuestión del individualismo frente al colectivismo en su novela El manantial y en "¿Qué es el capitalismo?". (en Capitalism: the Unknown Ideal). Las teorías políticas colectivistas, desde Platón hasta Hegel y Marx, son criticadas en La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl Popper. Aunque Popper defiende un punto de vista individualista, su teoría política positiva difiere en aspectos fundamentales del Objetivismo.

JUSTIFICACIÓN DEL GOBIERNO

La teoría política objetivista sostiene que un gobierno es moralmente necesario y está justificado. Como sostiene Ayn Rand en "La naturaleza del gobierno", en La virtud del egoísmo :

Si la fuerza física ha de estar excluida de las relaciones sociales, los hombres necesitan una institución encargada de proteger sus derechos bajo un código objetivo de reglas. Esta es la tarea de un gobierno -de un gobierno propiamente dicho-, su tarea básica, su única justificación y la razón por la que los hombres necesitan un gobierno.

El objetivismo se opone así al anarquismo, que se opone al establecimiento de cualquier tipo de gobierno. El Objetivismo argumenta que los derechos de los individuos no pueden protegerse mientras el uso de la fuerza física se deje a la discreción de los individuos. Una sociedad de individuos sólo puede coexistir pacíficamente si establecen un gobierno que pueda servir como árbitro de los desacuerdos honestos entre ellos.

El argumento objetivista sigue la tradición del Segundo Tratado de Gobierno de John Locke. Los anarquistas objetan que incluso si se establece un Estado mínimo para proteger los derechos individuales, éste violará inevitablemente sus derechos porque afirma un monopolio sobre el uso legítimo de la fuerza y viola así su derecho a la autodefensa. Anarquía, Estado y Utopía, de Robert Nozick, intenta responder a esta objeción siguiendo la línea de Locke.

LA FUNCIÓN Y LOS LÍMITES DEL GOBIERNO

La anterior justificación del gobierno proporciona la base para la explicación que hace el Objetivismo de la función adecuada del gobierno: la protección de los derechos individuales. Según el Objetivismo, el derecho fundamental es el derecho a la vida, y esto implica el derecho a participar en actividades que sustentan la vida, incluyendo la adquisición, producción y posesión de bienes y el intercambio voluntario de valores con otros individuos. La única obligación de un individuo hacia los demás es respetar sus derechos, es decir, no iniciar el uso de la fuerza física contra ellos. Por lo tanto, el único propósito del gobierno es proteger a los individuos de la iniciación de la fuerza física mediante el uso de la fuerza de represalia bajo leyes definidas objetivamente; y el propio gobierno debe respetar los derechos de los individuos.

Al restringir la actividad gubernamental a la protección de los derechos individuales frente a la acción coercitiva, la política objetivista se asemeja a las teorías liberales o libertarias clásicas. Sin embargo, Ayn Rand rechazó el "libertarismo" por carecer de fundamentos teóricos adecuados y tender hacia el anarquismo. La cuestión se complica porque algunos de los muchos teóricos políticos que se denominan "libertarios" tienen una afinidad considerable con el Objetivismo (véase, por ejemplo, Libertarian Reader de Tibor Machan y Reading Nozick de Jeffrey Paul). En cualquier caso, la literatura libertaria reciente, si se lee críticamente, incluye valiosos debates sobre cuestiones relevantes para la política objetivista. Ayn Rand sentó las bases de una teoría objetivista de los derechos, pero sus discusiones sobre los derechos son breves, dejando muchas cuestiones importantes por aclarar o explicar. David Kelley, Tibor Machan, Eric Mack, Douglas Den Uyl y Douglas Rasmussen también ofrecen debates informativos sobre los derechos; véase la Bibliografía para obras específicas.

CONSTITUCIONES Y LEYES

Según el Objetivismo, la constitución adecuada no es una democracia (en el sentido clásico de gobierno mayoritario ilimitado), sino una república, limitada por su constitución a la protección de los derechos individuales. El gobierno de la mayoría se limita a asuntos como la elección de funcionarios. El objetivismo también exige que el gobierno actúe de acuerdo con leyes "objetivas" que los ciudadanos conozcan claramente y que se apliquen de forma coherente. Sin embargo, todavía no existe ningún tratado objetivista sistemático sobre la filosofía del derecho. Una antología que representa diversos puntos de vista sobre diversas cuestiones es Joel Feinberg y Hyman Gross, Philosophy of Law. Una fuente valiosa para los fundamentos intelectuales de la Constitución de los Estados Unidos es la colección de documentos originales de 1787-88 en The Debate on the Constitution (Library of America, 1993).

FILOSOFÍA POLÍTICA Y POLÍTICA PÚBLICA

Ayn Rand observó que cuando los hombres intentan precipitarse en la política sin una base filosófica adecuada, los resultados son políticas superficiales, incoherentes y autodestructivas. Según el Objetivismo, el fundamento de la política pública debe ser una teoría clara de los derechos individuales y una aplicación precisa de esta teoría a cuestiones prácticas. Una afirmación importante del Objetivismo en este ámbito es que lo moral y lo práctico no entran en conflicto. Por ejemplo, sostiene que el capitalismo del laissez-faire, un sistema en el que toda la propiedad es privada, es el único sistema económico justo (porque es el único que reconoce los derechos de los individuos, incluidos los derechos de propiedad). Además, el Objetivismo sostiene que este sistema es el más eficiente y que promueve el "bien común" (entendido como la suma del bien de todos los individuos implicados). Los argumentos del Objetivismo de que el socialismo es inmoral se complementan con los argumentos de los economistas Ludwig von Mises (en Socialismo) y F. A. Hayek (en Individualismo y orden económico) de que la planificación central no puede tener éxito. Las obras de Ayn Rand citadas en la bibliografía contienen tratamientos objetivistas de una amplia gama de cuestiones públicas. Además, la literatura "libertaria" antes mencionada incluye debates sobre cómo se pueden abordar cuestiones públicas como la ley y el orden, la defensa, la educación y el bienestar sin recurrir al uso de la fuerza coercitiva. Véanse, por ejemplo, The Libertarian Reader, de Tibor Machan, Liberty for the Twenty-First Century, de Tibor Machan y Douglas Rasmussen, y The Limits of Government, de David Schmidtz.

Bibliografía

Douglas J. Den Uyl y Douglas B. Rasmussen. El pensamiento filosófico de Ayn Rand. Urbana: University of Illinois Press, 1984.

Joel Feinberg y Hyman Gross, eds. Philosophy of Law. 5th ed. Belmont, CA: Wadsworth, 1995.

F. A. Hayek. Individualism and Economic Order. Chicago: Universidad de Chicago, 1948.

David Kelley. "Life, Liberty, and Property", Social Philosophy & Policy, Vol. I, No. 2, primavera de 1984.

Tibor Machan. Los individuos y sus derechos. LaSalle, IL: Open Court, 1989.

Tibor Machan, ed. The Libertarian Reader. Totowa, NJ: Rowman and Littlefield, 1982.

Tibor Machan y Douglas B. Rasmussen, eds. Libertad para el siglo XXI. Lanham, Maryland: Rowan and Littlefield, 1995.

Eric Mack. "Egoísmo y derechos". The Personalist, Vol. 54, No. 1, invierno de 1973.

Eric Mack. "Moral Individualism: Agent-Relativity and Deontic Restraints", Social Philosophy & Policy, Vol. 7, nº 1, otoño de 1989.

Ludwig von Mises. Socialism. Indianápolis: Liberty Press, 1981.

Robert Nozick, Anarquía, Estado y Utopía. New York: Basic Books. 1974.

Jeffrey Paul. Reading Nozick. Totowa, NJ: Rowman and Littlefield, 1981.

Leonard Peikoff. Objectivism: La filosofía de Ayn Rand. New York: Dutton, 1991.

Karl Popper. La sociedad abierta y sus enemigos. 4th ed. Londres: Routledge & Kegan Paul, 1962.

Ayn Rand. Atlas Shrugged. New York: Random House, 1957.

Ayn Rand. Capitalism: El ideal desconocido. New York: New American Library, 1966.

Ayn Rand. El manantial. New York: MacMillan Publishing Co., 1943.

Ayn Rand. The New Left: The Anti-Industrial Revolution. New York: Penguin, 1975.

Ayn Rand. La virtud del egoísmo. New York: New American Library, 1964.

Douglas B. Rasmussen y Douglas J. Den Uyl. Libertad y Naturaleza. LaSalle, Il.: Open Court, 1991.

George H. Sabine. Historia de la teoría política. 4ª ed., rev. por Thomas L. Thorson. Fort Worth: Holt Rinehart and Winston, 1973.

David Schmidtz. Los límites del gobierno. Boulder: Westview Press, 1991.

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Filosofía política