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Frederick Douglass, "A mi viejo maestro"

Sesión 4

Frederick Douglass, "A mi viejo maestro"

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Sesión 4

Resumen ejecutivo

Frederick Douglass había escapado de la esclavitud y se había convertido en líder del movimiento abolicionista cuando escribió su carta pública de 1848 a Thomas Auld, en el aniversario de su huida. Douglass describe sus experiencias como esclavo, su huida y denuncia la naturaleza antihumana de la esclavitud, al tiempo que insta a todos a respetarse como individuos.

  1. Hay una distinción fundamental entre dos tipos de derechos: esenciales y convencionales. Los primeros son fundamentales. Pertenecen a toda persona por naturaleza e incluyen el derecho a la vida y a la libertad.
  2. Los defensores de la esclavitud creen que poseer esclavos es su derecho, pero sus afirmaciones son "meramente convencionales" y, de hecho, violan los derechos esenciales de todos los seres humanos.
  3. Del mismo modo que "un hombre culpable de hurto, robo o asesinato, ha perdido el derecho a la ocultación", los esclavistas han perdido su derecho a la intimidad y deben ser expuestos al público como los asesinos y los ladrones. Eso es necesario para lograr la justicia y restaurar la dignidad y la humanidad de los que siguen esclavizados o han escapado. Por esa razón, Douglass escribe esta carta.
  4. La decisión de escapar de la esclavitud es petrificante - "un salto en la oscuridad"-, pero es un acto moral, ya que todas las personas son distintas e iguales por naturaleza. "Yo soy yo mismo; tú eres tú mismo; somos dos personas distintas, iguales".
  5. La idea de que los esclavos violan el derecho de propiedad de sus amos al escapar es falsa, ya que no existe ningún vínculo natural entre ambos. "Al dejaros, no tomé más que lo que me pertenecía". La fuga de un esclavo es una restauración de la justicia que no "disminuye los medios [del amo] para obtener una vida honesta."
  6. Cualquier trabajo libre, por arduo y exigente que sea, es infinitamente mejor que las condiciones de la esclavitud, que son "más temidas que la muerte". Nada es más valioso que la libertad personal y el respeto que conlleva.
  7. Los esclavistas son, por tanto, a pesar de su ferviente religiosidad, "agentes del infierno". Su peor crimen no consiste en la violencia física hacia las personas que poseen, sino en su fomento deliberadamente inhumano de la ignorancia.
  8. Sin embargo, mientras que esta "nación culpable" debe ser llevada al "arrepentimiento", los abolicionistas deben adoptar una posición moral elevada y tratar a todas las personas, incluidos los esclavistas, como semejantes.

Lea aquí la carta de Frederick Douglass. Resumen de Andrei Volkov, 2020.

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